Abuelo, ¿qué le ha pasado?

 

Cecilio Fernández Bustos

 

Pin, pi, neja,
 barre tu coneja,
con qué la barreré,
con la mano cortada,
¿quién te la ha cortado,
el rey o la reina?,
………………………….
esconde la mano,
que viene la vieja.
(Canción popular infantil)

 

Hoy es sábado. Las niñas están con nosotros y bajamos a dar una vuelta por el centro del pueblo. Ellas agarran con sus manitas las mías o las de la abuela. Todo lo miran, todo lo quieren. En la tienda donde compramos comida para el pájaro, juegan con un perrito que hace zalamerías detrás de los cristales de la jaula donde lo exhiben. En el escaparate de un comercio descubren un pequeño bikini con grandes flores estampadas: las dos lo quieren. Vamos a la zapatería y allí compramos unas zapatillas rojas: calzado de verano para estar en casa.

En el hueco que forma en una fachada el ventanal de una oficina bancaria está sentada una joven que pide limosna. Las niñas la han visto y la más pequeña pregunta:

—Abuelo, ¿qué le ha pasado?

La chica que pide, ofrece a los transeúntes una pequeña cestita de mimbre que sujeta con los dos muñones en que terminan sus brazos.

La mayor también pregunta.

—Abuelo, ¿qué le ha pasado?  

 

Fernández Gil.- Ya viene el cortejo (técnica mixta y encolado)

4 comentarios

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4 Respuestas a “Abuelo, ¿qué le ha pasado?

  1. Carlos

    Una lección magistral de concisión y de humanidad. Es mejor imaginarse qué le ha pasado a esa joven que pide limosna que cientos de palabras que traten de mostrar dicho horror. Gracias, Cecilio, por estos remansos de luz a los que acudo siempre desde el acoso de las feroces sombras del neoliberalismo que nos invade. Gracias por tu sintaxis sencilla y transparente como el vuelo de un pájaro en el primer hervor de la mañana.

    • cecibustos

      Carlos:
      Eres muy generoso en tus apreciaciones críticas. Hay ocasiones, como la que se narra en esta entrada, que conviven, en una calle de cualquier ciudad, tristeza y alegría. Y no es fácil encontrar la luz para ambas emociones. Por ahí va también “Tortitas con sirope y chocolate”.
      De muevo, ¡muchas gracias!
      Un abrazo,
      Cecilio

  2. ¿Y qué contesta uno a semejante pregunta? Difícil.

    Un abrazo, Cecilio

    • cecibustos

      Elvira:
      Las preguntas están ahí. Y son tantas que, la misma tierra, debería tener conciencia del dolor y del llanto. Todo se verbaliza y condena. Mas, ¡cuesta tanto existir!
      Gracias por tu comentario.
      Un beso,
      Cecilio

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