Pasan lentos los días 16

Cecilio Fernández Bustos

 

 

Ramillete 16

Aprende a dudar, hijo, y acabarás dudando de tu propia duda. De este modo premia Dios al escéptico y confunde al creyente.

Antonio Machado

 

216)    En ocasiones, el exceso de ignorancia se une al exceso de egoísmo y entonces, ay, en ese momento se gesta el más explosivo coctel de crueldad hacia el prójimo. De este modo las agresiones son pura crueldad, de esa que hace daño.

217)   Dios es el gran ausente en los asuntos de los hombres. Qué sentido tienen, pues, las rogativas pidiendo su ayuda. Él es, en todo caso, la presencia de una ausencia. Presencia que se hace transparente en el vuelo del místico, pero que acecha y genera una gran ansiedad en el hombre de acción cuando enfrenta su ser trascendente al vacío de la nada. Ahí tiene un gran sentido la afirmación de José María González Ruiz: Dios es trascendente pero no inmanente

218)   ¿Qué será de los dioses cuando el hombre haya muerto? [1]

219)   ¿Decidme, dioses del Olimpo, oísteis hablar de las cruzadas? ¿Y vosotros, en qué Troya estabais cuando eran vuestros mártires, vuestros santos, vuestros ángeles los que empuñaban las armas y sembraban la muerte?

220)   Todo lo bueno viene de Dios. Todo lo malo viene de los hombres. Pero hete ahí que son los hombres los encargados de definir qué es lo bueno y qué es lo malo. Y también, los hombres, se encargan del tiempo, del color y del calor de la verdad. Como diría el Padre Llanos en su afamado Vía Crucis: “Señor, Señor ¿hasta cuándo?”

221)   Los dioses del Olimpo siempre han sido mitad humanos, mitad nubarrón enardecido. Y siempre han ayudado a los suyos para que ganasen las batallas e incluso las guerras. En ocasiones, los contendientes siguen a los  mismos dioses; y es ahí donde suele formarse ese gran lío que nos cuenta Homero y que casi nadie entiende.

222) Ya viene un dios, dicen que del amor, con su carcaj lleno de flechas para aventar esa manifestación de enamorados defensores del amor.

223) Las ideologías de muchos fieles llenan de cinismo —y en ocasiones de sangre— las bancadas de los templos.

224)   En esa televisión de espantapájaros, tan abundante hoy, ¿quién quiere soluciones? Nadie, y menos los que debaten. El dinero, el morbo y la diversión están en el dilema. Pero, ¿aún no se han dado cuenta? 

225)   Cuando una historia que ha sido deja de tener presente, irremediablemente niega toda hipótesis de futuro. ¿Qué queda entonces?, únicamente el recuerdo. En pasando el tiempo, los recuerdos irán perdiendo los perfiles, se difuminarán en una nebulosa donde la confusión cambiará los rostros y los nombres. Tal vez quede en el aire una pregunta: ¿aquello  lo viví o fue sólo soñado? Esto forma parte de las servidumbres de ser hijos de un tiempo finito.

226)   Durante siglos nos han hurtado la verdad, nos han mantenido al margen de las grandes ideas y, sobre todo, nos han hurtado el pensamiento laico. Así, tantos seres, han sido cautivos del poder y también de las ideas.

227)   La nostalgia es el espejo de nuestra memoria. Es una vibración que nos conmueve desde los aromas y lo táctil, desde los sonidos y el paisaje. Espejo que nos permite mirarnos en todos los mundos que hemos vivido.

228)   Sí, tu ropa te ama. En su abrazo contiene tu aroma y tu sabor.

229)   Conocemos la muerte cuando la vemos agazapada a nuestro lado. Sí, cuanto más cerca, más real.


[1] Luis Cernuda.- Para morir el hombre de Dios no necesita, / Mas Dios para vivir necesita del hombre. Apología por vita sua.- Como quien espera el alba

2 comentarios

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2 Respuestas a “Pasan lentos los días 16

  1. Que tardemos mucho en verla.

    Un abrazo!

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