Pasan lentos los días 22

Cecilio Fernández Bustos

Serenidad, tú para el muerto,
que yo estoy vivo y pido lucha.
Otros habrá que te deseen:
ésos no saben lo que buscan.

José Hierro

 

Ramillete 22

316) Hay que esforzarse en la construcción de un discurso lógico, racional y razonable. Así, de esa forma, daremos de lado a tanto discurso retórico y oportunista.

317) La política, tú lo sabes, ha sido definida, desde antiguo, como arte de gobernar y, más concretamente, como dice Hans Kelsen, como «la actividad que consiste en regular la conducta social de los hombres.» No obstante, también esto lo sabes, el trabajo político no está exento de dificultades. Por ello, en la sociedad, se generan unos mecanismos de organización para la participación política: partidos políticos. La universalidad de estas organizaciones en las sociedades democráticas viene a garantizar la legitimidad de las mismas, si bien, en los regímenes dictatoriales es lo primero que se prohíbe —y esto no deberías olvidarlo nunca pues es un axioma—. Así, sin negarle ningún protagonismo a la sociedad civil, podemos convenir que los partidos políticos son instrumentos básicos e imprescindibles para la reflexión y, sobre todo, la acción política.

318) Y es que, si lo pensamos despacio, ¿quién no quiere alentar tras los límites de nuestros propios contenidos?, ¿quién no quiere alcanzar la transparencia?

319) En consecuencia, si nos situamos en la calle, en un confortable puesto de observación, disfrutaremos con la contemplación de un gran espectáculo permanente, al tiempo que variado y lleno de matices. Sí, como la vida misma.

320)  A veces dejo caer los ojos en el aire de la tarde y busco una mirada, una sonrisa, un afecto.

321) En todo gesto, en toda obra de creación, en todo poema y en todo libro borbolla la vida, la tuya y la mía y también la de ella. Y nadie debe olvidarse del tiempo, ni del espacio, ni de la historia. Tu pensamiento y tu sentir, amigo mío, es el fruto, tu fruto: tu memoria y tu identidad. 

322) En múltiples ocasiones estás solo. Te envuelve la oscuridad y te angustias. Quieres asomarte y ver, o, tal vez, ser visto.       

323) No somos hipótesis de ser. Somos conclusión.       

324) ¡Qué paz, para el espíritu, cuando reconoces el coro de voces que surte el eco de la plaza del pueblo!

325) Los veranos de Aranjuez, duros de sol y húmedos de río, se fueron quedando en nuestra piel como perfume del paraíso.

326) No lo dudes, el pensamiento necesita del lenguaje para que el pensador se exprese.

327) Decía un chiquillo en el patio del colegio — ¿Quién se echa una carrera hasta la luna?

328)  La belleza de los besos está en que nunca son iguales.

329) La paja sí, cabe en todos los ojos. La viga solo puede caber en los ojos de los que la poseen. Y, ¿quiénes pueden poseer vigas? —al menos en los tiempos en que se inventó esta metáfora—, los ricos. Y en estos tiempos de hoy, tan lejanos de aquellos, la viga sigue siendo cosa de ricos y poderosos.

8 comentarios

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8 Respuestas a “Pasan lentos los días 22

  1. Carlos

    Pensaba, Cecilio, preguntarte en algún correo privado o en alguna conversación telefónica qué ocurría con los ramilletes, que me parecía que los tenías algo olvidados y huérfanos a tus lectores de esas pildoras de reconcentrada sabiduría que nace de un fondo sereno y estoico que te envidio. Bellas palabras, como siempre; como siempre, palabras certeras para desenmascarar a los que no solo gritan y hacen daño con sus actuaciones -¿políticas?- (lo pongo entre signos de interrogación porque todavía la lideresa madrileña no ha terminado de explicar qué es político y que no). Por si acaso yo me quedo a la sombra de tus palabras, ese paraíso que acabo de reencontrar al abrir la primera página del otoño. Un abrazo. Carlos.

    • cecibustos

      Carlos:
      Amigo mío, no todo es confitar escarcha “sobre los desiertos blancos”, como diría Dámaso Alonso. Puestos a confitar hagámoslo también con los eclipses de luna o de sol o de las luces de este siglo tan reciente. Sí, esas luces que hoy parpadean y parece que pueden extinguirse, apagando tantos sueños. Sí, los sueños de ser libres en una sociedad justa y solidaria.
      ¡Gracias, muchas gracias por el trato que das a mis escritos!
      Un abrazo,
      Cecilio

  2. Hola Cecilio, leyendo tus reflexiones me preguntaba dónde estabas cuándo las tuviste, si apuntas al vuelo o si tu familia te deja espacio para parar a apuntar. Se nota que por ellas ha pasado el tiempo y que no son fáciles de destilar en el quinqué blanco de tu blog, en el que nos llegan “listas para comer” y me las como. Siempre veo en lo que escribes un fondo irrompible de optimismo, desde luego es muy fácil dejar de serlo pero tú lo tienes y me alegra porque alguien tiene que quedar para hablar de los beneficios del artesano o quien ejerce la «levedad».
    Un fuerte abrazo como siempre,
    Daniel Ruiz

    • cecibustos

      Daniel:
      Es por mí por quien ha pasado el tiempo y espero que siga pasando así, con cierta levedad y dejándome capturar alguna reflexión, imagen o anécdota que me ayuden a superar prejuicios. Sí, puedes comértelas, son muy ligeras de digestión y apenas cansan a la vista.
      La angustia de nuestro tiempo rompe el optimismo, pero, ¡qué te puedo decir!, por fortuna no todo es llanto.
      ¡Muchas gracias por tu lectura y por tu comentario!
      Un abrazo,
      Cecilio

  3. Teresa Ordinas

    Hola, Cecilio: creo que nos conocemos, aunque quizá no nos «reconozcamos» físicamente. No lo sé. Pero creo que conociste a Avelino. Como me ha gustado tanto lo que he leído más arriba, me encantaría enviarte un poemario de Avelino, póstumo, que reeditaremos muy pronto.
    Muchas gracias por estar ahí.
    Un abrazo, Teresa

    • cecibustos

      Teresa:
      Sí, nos conocemos. Hemos coincidido en varias ocasiones y en distintos ámbitos. La última vez que nos vimos fue en la biblioteca municipal de Aranjuez. Pepe Ramos presentaba un libro de Avelino, creo recordar: “Mientras cenan con nosotros los amigos”. De este modo respondía, Pepe, a la brillante presentación que Avelino hizo, en 1991, en la terraza del Casino de Aranjuez, del poemario “El aire de tu sombra” que aquel acababa de publicar.
      Por supuesto que será para mí una alegría recibir el poemario de Avelino y leerlo con sosiego y recordar a su autor y volver sobre su obra.
      Gracias Teresa por asomarte a este blog y por recordarme a Avelino.
      Un beso,
      Cecilio

  4. Teresa Ordinas

    Sí, claro, estaba segura, pero me refiero a que «no te pongo cara». Si te viera, seguro que te reconocería. Sin embargo, mi memoria es horrible. Y por otra parte, cuando fui con la editorial a Aranjuez a presentar «Mientras cenan…», yo llevaba sólo dos años sin Avelino; aún estaba muy «volada», con una tristeza infinita. Creo que por eso se me han borrado muchas caras de ese día tan hermoso en Aranjuez. De Pepe Ramos, claro que me acuerdo, y me quedé con las ganas de que me enviara su intervención, ya que fue preciosa; pero le he perdido la pista (¿sabes algo de él?). Y luego he seguido recordando la presentación que hizo Avelino de su poemario en el 91 (ni recordaba el año).
    Cecilio, qué alegría encontrarte por aquí. Prometo ir a Aranjuez en este invierno. Haré por veros. En un mes escaso tendremos editado «Poética», y te lo enviaré.
    Seguiré leyéndote.
    Un beso,
    Teresa

    • cecibustos

      Teresa:
      En Aranjuez no tendrás ninguna dificultad en encontrarme —tenemos muchos amigos en común— y nos reconoceremos y saludaremos. Con respecto a Pepe, aunque no tengo contacto directo con él, te buscaré y facilitaré información para que le contactes.
      Nos veremos en Aranjuez.
      Un beso,
      Cecilio

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